El pasado 9 de septiembre, tuve el privilegio de asistir a un evento especial organizado por un amigo mío en su iglesia y poderlos ayudar a tomar fotos. Esta conmovedora actividad reunió a niños que han enfrentado situaciones difíciles en sus vidas.
No todos somos afortunados de haber crecido en un hogar con la presencia amorosa de ambos padres. En ese evento, quedó claro que el dinero no es la clave de la felicidad; lo que realmente importa es el amor y el apoyo que recibimos de nuestras familias. La presencia de un padre y una madre brinda una base sólida para el crecimiento y desarrollo de un niño.
Deseo de todo corazón que Dios bendiga a estos niños, que han enfrentado desafíos desde una edad temprana, y les permita crecer en un camino lleno de amor, apoyo y oportunidades. Este evento fue un recordatorio de la importancia de la solidaridad y la compasión en nuestra sociedad, valores que son fundamentales no solo en la vida de estos niños, sino también en la creación de un mundo mejor para todos.
Gracias Bendecidos para Bendecir por estás actividades, cuenten conmigo para futuros proyectos.